Orden de prisión de los Templarios que estaban en Francia


La pérdida de Tierra Santa estremeció el prestigio de los Templarios y aumentó la animosidad contra la Orden, especialmente por el lujo y la abundancia de algunos Templarios, en contradicción con los votos de pobreza.

El 13 de octubre de 1307, Felipe IV, Rey de Francia, ordenó la prisión de todos los Caballeros Templarios que se encontraban en Francia, acusándolos de herejía, fraude y corrupción. Simultáneamente envió cartas a los monarcas de Portugal, España e Inglaterra pidiéndoles que hicieran lo mismo, pero todos se negaron.

En este contexto, en Francia, los Templarios fueron presos, como fue el caso del Gran Maestre Jacques de Molay, y entregados al Gran Inquisidor. Se siguieron 7 años de interrogatorios y torturas, que llevaron a la muerte de muchos de los Caballeros.