El Concilio de Troyes y la Regla Templaria


En plena Reconquista cristiana de la Península Ibérica, el Castillo de Almourol fue conquistado por las tropas portuguesas a los musulmanes, que lo llamaron Almorolan (piedra alta).

El 13 de enero de 1129, el Concilio de Troyes, presidido por el Papa Honorio II, reconoció la Orden monástico-militar con la designación Ordo Pauperum Commilitonum Christi Templique Salominici ("Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Salomón"). En la misma ocasión se redactó su Reglamento, compuesto por 72 capítulos, que contenía los procedimientos y supuestos disciplinarios.

La Orden de los Caballeros Templarios se convirtió así en una de las órdenes militares más importantes de la Edad Media.