Donación del Castillo de Ceras


En 1147, tras la conquista de Santarém, el rey donó a la Orden las iglesias pertenecientes a la diócesis de Lisboa. Tras la conquista de la ciudad y el nombramiento del obispo, reclamó la propiedad de la diócesis que dirigía.

En 1159, con el objetivo de resolver el conflicto entre los Templarios y el obispo de Lisboa, D. Afonso Henriques consiguió un acuerdo entre ambos, que resultó en la renuncia de Santarém por el Templo, a excepción de la Iglesia de Santa María da Alcáçova, y la donación real de Ceras, situada entre Coimbra y Santarém: una vasta región de unos 400 km2, cuyos límites geográficos se asemejan al del actual municipio de Tomar.